martes, 5 de noviembre de 2013


MOLIERE


Jean-Baptiste Poquelin, llamado Molière (París, 15 de enero de 1622 – Ibídem, 17 de febrero de 1673),1 fue un dramaturgo, humorista y actor francés y uno de los más grandes comediógrafos de la literatura occidental.
Considerado el padre de la Comédie Française, sigue siendo el autor más interpretado. Despiadado con la pedantería de los falsos sabios, la mentira de los médicos ignorantes, la pretenciosidad de los burgueses enriquecidos, Molière exalta la juventud, a la que quiere liberar de restricciones absurdas. Muy alejado de la devoción o del ascetismo, su papel de moralista termina en el mismo lugar en el que él lo definió: «No sé si no es mejor trabajar en rectificar y suavizar las pasiones humanas que pretender eliminarlas por completo», y su principal objetivo fue el de «hacer reír a la gente honrada». Puede decirse, por tanto, que hizo suya la divisa que aparecía sobre los teatritos ambulantes italianos a partir de los años 1620 en Francia, con respecto a la comedia: Castigat ridendo mores, «Corrige las costumbres riendo».

Al volver a París, protegido por Monsieur, hermano del rey, interpretó ante Luis XIV una tragedia, que aburrió, y una farsa, que divirtió. Molière tenía un gran talento cómico; su voz y su mímica desencadenaron las risas. Pronto la compañía alcanzó una reputación inigualable en lo cómico y el rey los instaló en el Petit-Bourbon, en donde actuaba alternándose con una compañía italiana (Scaramouche).
La primera de las grandes comedias de Molière, Las preciosas ridículas (Les précieuses ridicules, 1659) consiguió un éxito enorme y confirmó el favor del rey. Sin embargo, el Petit-Bourbon fue destruido para construir las columnas del Louvre, por lo que el rey los instaló en 1660 en el Palacio Real.
Luis XIV invita a Molière a compartir su cena, 1863 por Gérôme.
En 1662, Molière se casó con Armande Béjart, hermana de Madeleine, que tenía unos veinte años menos que él. El mismo año abordó un tema poco corriente en su época: la condición de la mujer. La escuela de las mujeres (L'École des femmes) fue un gran éxito.
Los devotos y beatos que consideraban a Molière un libertino y temían la influencia que ejercía sobre el rey, declararon obscena e irreligiosa La escuela de las mujeres. Además, la protección del rey despertó celos en otras compañías teatrales.
Molière contraatacó ridiculizando a sus adversarios en La crítica de la escuela de las mujeres (La Critique de l’École des femmes) y el Impromptu de Versalles (L'Impromptu de Versailles).
En 1664 se nombró responsable de las diversiones de la corte a Molière, puso en marcha Los placeres de la Isla encantada y representó La princesa de Élide (La Princesse d’Élide), en donde mezclaba texto, música y danza, y recurría a máquinas sofisticadas.
Ese mismo año Molière creó el Tartufo (Tartuffe), en la que denunciaba la hipocresía religiosa. El escándalo que se levantó entre los beatos fue de tal calibre que el rey prohibió durante cinco años la obra. A pesar de ello, Molière llevó a cabo algunas representaciones privadas.
En 1665 se representaron únicamente quince sesiones de su obra Don Juan (Dom Juan), inspirada en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina. La compañía, apoyada por el rey, se convirtió en la Compañía Real.

Durante los dos años siguientes, Molière enfermó. Actuó de modo irregular, pero siguió escribiendo, en especial El misántropo (Le Misanthrope), en la que expresa su amargura tras su separación de Armande, y El médico a palos (Le Médecin malgré lui). El misántropo 1666 introduce un nuevo tipo de necio, un hombre de elevados principios morales que critica constantemente la debilidad y estulticia de los demás y, sin embargo, es incapaz de ver los defectos de Célimène, la muchacha de la que se ha enamorado y que encarna a esa sociedad que él condena.2
Trató entonces de volver a representar Tartufo con otro título, pero al día siguiente se prohibió la obra. En 1668 creó dos obras con aparatos: Anfitrión (Amphitryon) y Georges Dandin, así como El avaro (L'Avare). Se levantó la prohibición sobre el Tartufo en 1669 y la obra alcanzó un enorme éxito. También escribió Los enredos de Scapin (Les Fourberies de Scapin) en 1671.
Su última obra es El enfermo imaginario (Le Malade imaginaire). Sufrió un ataque en el curso de la cuarta representación y murió en su domicilio, sin renegar de su profesión de actor, considerada inmoral por la Iglesia. Bajo la ley francesa de aquel tiempo, no estaba permitido que los actores fueran enterrados en el terreno sagrado de un cementerio. Sin embargo, la viuda de Molière, Armande, le pidió al rey que su cónyuge pudiera tener acceso a un funeral normal por la noche. El rey accedió y Molière fue enterrado en la parte del cementerio reservada a los infantes no bautizados.
Generalmente en las representaciones de teatro se dice que trae mala suerte vestirse de amarillo, dado que Molière supuestamente habría sufrido el ataque estando en el teatro vestido de este color.

3 comentarios:

  1. duban, todos los temas están muy bien resumidos y con imágenes que ayudan a entender cada tema....

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  2. Efectivamente, Molière, que llevaba años padeciendo tuberculosis, tuvo un ataque de tos en medio de una representación de "El enfermo imaginario" y expulsó mucha sangre. Iba vestido con un camisón amarillo.
    Poco más tarde, fue trasladado a su casa, sita en la calle Richelieu, allí le cambiaron ese camisón, que estaba lleno de sangre, por otro verde, que fue con el que murió, al día siguiente, y con el que lo enterraron.
    Por eso, según dicen, en Francia, el verde trae mala suerte. Sin embargo, los actores británicos, están en contra del color azul y los italianos creen que les trae mala suerte el morado.
    Saludos.

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  3. Otro debate que lleva vigente desde hace tiempo y que ha vuelto a suscitarse en 2003 y 2004 es si las obras de Molière las escribió él mismo o fueron realizadas por otros. Muchos afirman que fueron obra de Pierre Corneille.
    Saludos.

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